LUZ PULSADA INTENSA (LÁSER IPL)

Múltiples factores, como la genética, la exposición al sol y la edad, afectan a los resultados de un tratamiento facial de IPL. Sin embargo, un paciente que mantiene un estilo de vida saludable y se protege frente a la radiación UV, puede mantener resultados visibles entre los 6 meses y el año.

La luz pulsada intensa actúa en las capas más profundas de la piel para activar el proceso de reparación natural del cuerpo. Por este motivo, los cambios visibles en la piel pueden tardar una semana o más. Aunque un solo tratamiento con luz pulsada puede conseguir una mejora sustancial, la recomendación general es una serie de 4 a 6 tratamientos espaciados en un intervalo que permita la recuperación de la piel (normalmente 4 semanas). Algunos clínicos prefieren trabajar con luz pulsada intensa precisamente porque se requieren más tratamientos, lo que permite al profesional la oportunidad de basarse en los tratamientos anteriores y realizar ajustes para aumentar los resultados finales.

Los pacientes que tengan un estilo de vida respetuoso con la piel y que se exponen al sol de forma segura pueden necesitar sólo 2 tratamientos de IPL al año.

Los tratamientos con luz pulsada intensa son ideales para personas con cutis claro o medio que buscan mejorar las líneas de expresión, las arrugas, manchas causadas por el sol. Debido a las múltiples longitudes de onda utilizadas durante un tratamiento de luz pulsada, puede ajustarse a un espectro de tonos de piel. Sin embargo, las pieles claras, relativamente elásticas y "propensas a las pecas" son las que más mejoran.

Los tonos de piel más profundos son más propensos a la formación de ampollas y a la decoloración postinflamatoria, sobre todo porque la melanina es uno de los principales objetivos de un tratamiento con luz pulsada. Un profesional experimentado puede tener éxito en pieles más profundas, pero generalmente se necesitan tratamientos adicionales, ya que la intensidad de las longitudes de onda se reduce para evitar que se desencadene una respuesta del pigmento. Se pueden obtener mejores resultados con tratamientos láser como el láser YAG o el láser Q-switched YAG.

La respuesta de una persona a un tratamiento con luz pulsada será diferente en función de la edad, el historial médico y el estilo de vida del paciente.

Inmediatamente después de la terapia con luz pulsada intensa, el paciente puede experimentar una sensación de quemadura solar que persiste unas horas. El enrojecimiento y la hinchazón de la piel pueden durar hasta una semana después del tratamiento. Las zonas pigmentadas de la cara se oscurecerán y se desprenderán de forma natural en 7-10 días, al igual que las costras que pueden llegar a formarse. Todos estos son signos de reparación natural de la piel después del tratamiento con IPL y no son molestos a menos que persistan. Es recomendable el uso de compresas frías, geles y/o bálsamos para calmar las molestias y acelerar la recuperación.

Aunque son muy raros, los efectos secundarios más graves, como la formación de ampollas o cualquier signo de infección, deben comunicarse al médico para que realice un seguimiento y recomiende un tratamiento.

También hay ciertos medicamentos, como los anticoagulantes, que pueden aumentar los riesgos asociados al fotorrejuvenecimiento. Antes de programar un tratamiento, debe hablar con su profesional del cuidado de la piel sobre cualquier medicamento que esté tomando. Tenga especial precaución si está tomando medicamentos como Accutane, ya que aumenta la sensibilidad al sol. En estos casos, el tratamiento con IPL debe posponerse hasta al menos 6 meses después de haber terminado la medicación. Como precaución, las mujeres embarazadas también deben evitar los tratamientos con luz pulsada.

Un tratamiento facial de IPL produce una lesión térmica controlada en la piel. Aunque pueda parecer algo negativo, el calor hace que las fibras de colágeno se contraigan, creando el efecto "tensor". La aplicación de este calor en lo más profundo de la piel también estimula la respuesta natural de la herida, lo que da lugar a la producción de nuevo colágeno. Además, las zonas de pigmento concentrado en la piel, se rompen con la luz pulsada intensa y se eliminan de forma natural de la piel. Estos efectos combinados de la luz pulsada intensa abordan muchos de los problemas asociados con el envejecimiento, lo que hace que el tratamiento con IPL sea una modalidad antienvejecimiento muy popular.

Un tratamiento de IPL se administra generalmente con la ayuda de una crema tópica anestésica o refrescante, lo que hace que la luz pulsada intensa sea un tratamiento tolerable para casi todo el mundo. Sin embargo, el dolor es subjetivo y algunos pacientes pueden encontrar un tratamiento de IPL indoloro mientras que otros pueden encontrarlo más incómodo. La sensación de un tratamiento con luz pulsada intensa se ha descrito como una sensación de chasquido en la piel, similar a la de una banda elástica que se rompe en la superficie de la piel. Y aunque dicha sensación puede ser incómoda, no debería ser dolorosa o intolerable. Si un paciente experimenta ese nivel de dolor, debe comentarlo con el médico y tomar las medidas adecuadas, como reducir la potencia de la luz pulsada intensa, para garantizar la eficacia del tratamiento con IPL sin sacrificar la comodidad del paciente.

*Consulta siempre a tu médico antes de someterse a este procedimiento