Inyectables con neurotoxinas

Una inyección de neurotoxina como el Botox® consiste en inyectar una pequeña cantidad de toxina botulínica en el tejido muscular para inhibir la comunicación neuronal que permite que los músculos se contraigan. La neurotoxina disminuye el movimiento muscular, lo que previene la formación de líneas y arrugas y permite que los pliegues existentes en la piel se relajen y, a menudo, desaparezcan. Usadas por primera vez en 1984, las inyecciones de neurotoxina Botox® ahora se usan en más de 50 aplicaciones terapéuticas y cosméticas tan diversas como la prevención de migrañas y la reducción de la producción excesiva de saliva.

Las neurotoxinas se han utilizado tradicionalmente como procedimiento antienvejecimiento. Hace unos años, la edad más popular para comenzar con las neurotoxinas era a mediados o finales de los 40. Hoy en día, son una adición popular a los regímenes de cuidado de la piel de los pacientes en sus 20. Cuándo y dónde empezar es algo que debe discutirse con un dermatólogo o cirujano plástico experimentado y de confianza que pueda evaluar con precisión su piel y describir los resultados que se pueden conseguir con la inyección de neurotoxinas.

Las inyecciones de neurotoxina no son para todo el mundo. No se recomiendan a mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni a personas con determinados problemas de salud. Si está considerando la posibilidad de aplicarse neurotoxinas inyectables, es muy importante que consulte a un profesional del cuidado de la piel con una formación demostrada en medicina estética, una formación considerable y experiencia en la administración de inyecciones de toxina botulínica.

Los tratamientos con neurotoxinas funcionan de la siguiente manera: las líneas faciales se dividen en dos áreas generales: dinámicas y estáticas. Las arrugas estáticas son las líneas de profundidad fina a media que siempre son visibles en la cara, incluso si están completamente en reposo. Estas arrugas son causadas en parte por la inflamación repetida inducida por el daño de los radicales libres de los agresores ambientales o por hábitos repetidos como la posición al dormir. Las arrugas dinámicas, en cambio, están directamente relacionadas con el movimiento y la manipulación de los músculos faciales.

Las neurotoxinas bloquean las señales que hacen posible la contracción del músculo. Una vez que el movimiento muscular ha sido inhibido por el Botox®, las arrugas causadas por el movimiento repetitivo comenzarán a suavizarse y con frecuencia desaparecerán.

La duración de un tratamiento con neurotoxina depende de la ubicación de la inyección, la rapidez con que el cuerpo de una persona metaboliza la solución y, en menor medida, la marca de neurotoxina utilizada. El cuerpo crea constantemente nuevas conexiones neuronales con los músculos y estas nuevas conexiones nerviosas comenzarán a recuperar el movimiento en 3 o 4 meses. Mientras tanto, el cuerpo también metaboliza la neurotoxina, un proceso que puede demorar hasta 6 meses. La velocidad a la que ocurren estas cosas es diferente para cada persona, pero la mayoría de los médicos recomiendan un tratamiento con neurotoxinas cada 3 o 4 meses para mantener los resultados.

Todas las neurotoxinas contienen proteínas no humanas y conllevan el riesgo, aunque pequeño, de una respuesta de reacción alérgica. Estas reacciones adversas generalmente se presentan dentro de una semana de tratamiento y podrían tardar varios meses en resolverse. Es importante tener en cuenta que estos casos son raros y, siempre que sea candidato para el tratamiento con neurotoxinas, es probable que no tenga problemas con una neurotoxina administrada por un profesional experimentado. Botox® se ha utilizado ampliamente durante más de 30 años con gran éxito y comparativamente pocas complicaciones.